¿Cuál San Rafael?


Los que llevamos el nombre de Rafael tenemos las opciones de celebrar nuestro santo el día de los Arcángeles, en septiembre, u hoy, 24 de octubre. El 24 de octubre siempre fue día de mi santo cuando era pequeño, hasta que la iglesia tuvo la ocurrencia de juntar a los tres arcángeles en la fecha que había sido tradicionalmente celebratoria solo de San Miguel.  


Yo le tengo especial devoción a "Monseñor", como le dicen en Córdoba, no solo porque por ahí se escuchó su voz en los años treinta, sino porque fue San Rafael Guízar un ejemplo de bondad y rectitud que llegó a inspirar a todos los veracruzanos, y en forma muy especial, a mi papá. Tanto me inspira a la historia de Monseñor que lo hice aparecer en mi novela El Encuentro. 


Mi papá contaba la anécdota de que de niño se dedicaba a hacer maldades y una de ellas fue la de aventar piedras a la pared de la Purísima. En una de esas ocasiones, sintió la llegada de un adulto quien le preguntó por qué apedreaba el templo. El adulto era el obispo Monseñor Rafael Guízar y Valencia. Un señor alto, robusto, rubio y sobretodo, buenísima persona según platicaba mi papá. En lugar de estar enojado, el santo obispo le llamó la atención al niño con tanta benevolencia que le dejó una grata huella de su visita a Córdoba. Tan grato fue el momento que mi papá siempre dijo, "No puedo creer que yo crucé palabras con un santo".  


Hoy que recordamos el paso de este santo hombre de Dios en Veracruz y en Córdoba, me dedicaré a dar gracias por su constante intercesión por nosotros y a celebrar su memoria.