Soneto en broma,
para que la Abuelita Tere coma bien


Come, come, abuelita, tu natilla,

un gran cuerno con crema bien batida,

un pambazo con nata derretida,

y un rico polvorón con mantequilla.


El dejar de comer: ¡Qué pesadilla!

Te trajimos ya pan de La Florida.

Y no olvides, abuela consentida,

tomarte un buen licuado de vainilla.


Cómete un dulce espejo ¡Caracoles!

Y después de un capricho con frijoles

acábate un gusano azucarado.


De postre, te invitamos volovanes,

Y disfruta, después de tantos panes,

De Yolanda un merengue confitado.



(Preocupado por la salud de mi madre, quien había decidido que casi todo lo que comía, le hacía daño. Poco después se compuso y pudo disfrutar de caramelos, nieve de limón con Coca Cola y macarrones, esos exquisitos dulces de leche que hacen en Córdoba.)

La Florida es una panadería que en aquellos años dirigía con prudente y eficaz mano mi hermano Raúl.

La querida Yolanda formó siempre parte de nuestra familia. Sus guisos y postres siguen siendo inigualables.


Junio 1, 2007