A mi Abuelita Tati


El recuerdo de ti, mi Tati amada

que a pesar de los años hoy perdura

es de tus ojos llenos de ternura

y bondad singular en tu mirada.


En mi vivir estás, madre abnegada:

sonrisa sin igual, frágil figura,

cabellera de plata y alma pura,

ejemplo de virtud, nunca olvidada.


¡Dulces sueños que siempre vivirán!

Los domingos, el pavo, arroz con leche,

tu sillón mecedor, ¡Sopa de Meche!


Hoy quisiera cruzar aquel zaguán

y encontrar en tus brazos, como niño,

catecismo, un consuelo, y tu cariño.


Rafael, Diciembre 2011