Beatriz y Joseal
Muy verídica historia de la curiosa manera en
que se conocieron y enamoraron
Hace ya muchos ayeres,
Beatriz, quien nos visitaba,
en una tarde de otoño
por el balcón se asomaba.
Desde ese oculto balcón
y no sin gran desatino,
Beatriz a Joseal miró,
y así escogió su destino.
Iba Joseal en su moto,
oculto tras casco oscuro,
mas nació así, de repente,
un amor sincero y puro.
Actuando con rapidez,
preguntámosle a Joseal,
“¿No quisieras conocer
a una chica sin igual?
Ella es la hermana de Gladys
es muy guapa, vas a ver.
Es muy linda y muy simpática
¿No la quieres conocer?”
Su respuesta fue inmediata,
“Muy interesado estoy.
¿Por qué esperar a mañana
si ya lo puedo hacer hoy?”
Al día siguiente salieron.
¿Qué dijeron? No lo sé.
Pero llegaron contentos
de una cita en el café.
Jose Alberto, dijo entonces,
muy al estilo Saltillo,
“Yo quiero que se repita
este gran compromisillo”.
Exclamó Joseal, después,
“Qué muchacha. Soy feliz.
Tengo una grata noticia:
Ya soy novio de Beatriz”
¡Qué recuerdos, bellos días!
Fue gratísimo el momento,
en que todos presenciamos
un gran enamoramiento.
Hoy, pienso en aquellos días,
recuerdo ese detallazo,
y con cariño, a los Gómez,
yo les mando un fuerte abrazo.