Ante un crucifijo


No alcanzo a comprender, mas no me aflijo  

Las vueltas caprichosas del destino  

Ya que siempre he observado que el camino  

De mi vida cambiante es acertijo.  


Mas canto yo feliz, con regocijo  

Y afirmo sin temor al desatino  

Que es eterno por mí tu amor divino  

¡Testigo vivo es este crucifijo!  


Tu amor por mí es lo único seguro  

En este transitar a veces duro  

¡Escucha esta oración esperanzada!  

  

¿Qué he de hacer, yo, Señor, para encontrarte?  

Enséñame la senda para amarte, 

y llévame al final a tu morada!


9 de Septiembre de 1994