Al Pisar Veracruz


A mi Abuelo Toribio Moras, pensando en el momento en
que, al descender del barco que te trajera de España,
pisaste el suelo veracruzano por primera vez


¡Hoy quisiera poder acompañarte,
y darte unas palabras de consuelo!
¡Quisiera que al pisar el nuevo suelo
me encontraras, ansioso de ayudarte!

¡Desearía servirte de baluarte,
y guiarte de la mano en tu desvelo!
¿Qué más puedo decir, querido abuelo,
si hoy te extraño y no ceso de admirarte?

Sí, me traen tus recuerdos la alegría
de saber que tu espléndida aventura
nos rinde un gran ejemplo que perdura.

Yo te admiro, pensando en el antaño,
y al saberte triunfante, en suelo extraño
me asombran tu tesón y valentía.